La Pachamama - Ilustración de Ricardo Deambrosi |
Madre de la Tierra, Madre Tierra o, más exactamente Tierra Madre. Deidad femenina de origen aymara que alcanzó
gran difusión en el Incario. La
palabra "pacha" designó en un principio sólo un tiempo o edad del mundo, un cosmos o universo, para pasar luego a referirse a un lugar
o espacio, y a la misma tierra generadora de la vida, ya como un símbolo de fecundidad. Es actualmente la deidad
suprema de los indígenas andinos del
Noroeste argentino, y también de Bolivia y
Perú. En este último país se la conoce como Mamapacha, denominación que sería para Carrizo más correcta, Al parecer, su importancia creció en
los últimos siglos, terminando por
absorber a muchas deidades locales.
La Pachamama es
hoy la madre de los cerros y los hombres.
La que madura los frutos y multiplica el ganado, pudiendo conjurar heladas y
plagas y dar suerte en la caza. Es por eso frecuente invocarla antes de
acometer cualquier empresa
agropecuaria o cinegética. Se la invoca también cuando sobrevienen ciertas enfermedades o se está de viaje, para no apunarse ni rezagarse en el camino.
Ayuda incluso a las
tejedoras y alfareros a concluir bien sus obras artesanales.
Se la describe como
una india de muy baja estatura, cabezona
y de grandes pies, que lleva sombrero alón y calza enormes ojotas. Vive en los cerros y a menudo la acompaña un perro negro y muy bravo. La víbora es su
lazo, y el quirquincho su cerdo. Carga
a veces petacas de cuero llenas de oro y
plata. Es celosa, rencorosa y vengativa, pero si alguien le cae en gracia lo
favorece. Cuando se enoja, manda el trueno y
la tormenta.
Interviene en
todos los actos de la vida y no hay dios que no le obedezca. Se aparece con
frecuencia a los paisanos para preguntarles qué andan haciendo por los cerros.
A otros los visita en sus chozas para agradecerles lo bien que han cuidado de
su hacienda o el no haber matado a las crías de los guanacos. Se dice que los
afuereños que la ven quedan tan prendados de ese paisaje andino que ya nunca
podrán ir a vivir lejos de él.
Ceremonia de ofrenda a la Pachamama |
Toda la naturaleza
es su templo, pero las apachetas configuran los centros principales de su
culto. Son montones de piedras que construyen arrieros y viajeros a orillas
del camino o en las encrucijadas, casi siempre en las cumbres. Allí se depositan las ofrendas, que consisten
en coca o llicta, el acullico, chicha u otra bebida fermentada. Pero puede
propiciársela en cualquier parte, dándole de beber, comer o fumar. Lo más común
es volcar un poco de chicha en la tierra antes de tomar, aclarando que es para
ella, o depositar la ofrenda en un hoyo abierto en la tierra. Tal ceremonia se
denomina "la Corpachada", y se realiza especialmente el 1º de agosto, que es su día.
Adolfo Colombres; 1. La Pachamama, en Seres sobrenaturales de la cultura popular argentina; Ediciones Del Sol; Buenos Aires. 1986
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