"El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe “en grupo”, nunca el héroe individual, el héroe solo" (Oesterheld, El Eternauta)

domingo, 19 de abril de 2015

CÓMO HACER UN RESUMEN

Las macroestructuras (o resumen) de un texto son secuencias formadas por oraciones que apuntan a un mismo tema.
Para reducir la información de una secuencia de oraciones y obtener una macroestructura, aplicamos las macrorreglas, que son operaciones cognitivas que los hablantes utilizamos para resumir la información que recibimos.
Primera regla: suprimir aquello que no sea importante y esencial, como los detalles superfluos o secundarios. Por ejemplo, en lugar de decir “pasó una joven, llevaba vestido, el vestido era amarillo”, decir “pasó una joven” o “pasó una joven con vestido amarillo” (si es que esto último es relevante).
Segunda regla: generalizar por medio de la utilización de palabras o frases incluyentes (hiperónimos o términos generalizadores). Por ejemplo, en lugar de “libros, revistas, diarios”, decir “material de lectura”.
Tercera regla: construir una proposición de reemplace a varias acciones particulares gracias al conocimiento que se tenga del mundo. Por ejemplo, en vez de “lava los platos, barre, limpia, cocina y plancha”, decir “hace las tareas de la casa”.


Fuente: Lescano, M. y Lombardo, S. Lecturas y escrituras. Lengua y Literatura 2. Polimodal. Ediciones del Eclipse. Buenos Aires, 2000.

jueves, 1 de mayo de 2014

Recursos fantásticos


En la literatura fantástica se pueden utilizar distintos recursos para crear una atmósfera que provoque la inestabilidad e incertidumbre características del género. Veamos algunos de ellos:
 Recursos de 
  • Ruptura de causalidad. El acontecimiento que se produce no tiene causa o razón lógica.
  • Repetición de acciones, situaciones, palabras o frases. Las descripciones repetitivas provocan perturbación e incertidumbre.
  •  Estados de desconcierto. Como no se puede explicar racionalmente lo que les sucede a los personajes, la atmósfera del relato se construye a partir de una confusión constante. Esto se demuestra, entre otras cosas, a través del uso de ciertas expresiones que ponen en duda los hechos. Imprecisiones espacio-temporales. Generalmente no se sabe dónde ni cuándo suceden los hechos, lo cual genera un clima de irrealidad. Así, el tiempo o el espacio son indeterminados. 
  • Objetos o personas poco definidos. Hay ciertos elementos o personajes que se describen en forma imprecisa para construir una atmósfera extraña e inquietante. 


Actividades

  1. Piensen en actividades de todos los días, como ponerse un pulóver, que puedan ser el     punto de partida para una historia fantástica. Elijan una y escriban el marco para el relato utilizando algunos de los recursos mencionados. 

  2. Miren el cuadro que hay a continuación (Naturaleza muerta viviente, de Salvador Dalí) y presten atención a lo que le sucede a estos objetos cotidianos.

Naturaleza muerta viviente, de Salvador Dalí



  3.  Muchos pintores titulan a sus cuadros Naturaleza muerta

       a) Averigüen de qué se trata ese género de obras. 
       b) ¿Por qué creen que Dalí llamó a su cuadro Naturaleza muerta viviente? 
       c) ¿Qué objetos aparecen en la pintura? 
       d) Describan la posición de algunos de ellos y la “actitud” que parecen adoptar. 

 4. Ahora, lean el siguiente minicuento y continúenlo incorporando la escena fantástica del cuadro.

Sola y su alma

Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
Thomas B. Aldrich, Works, vol. 9 (1912)


5.  Una vez que hayan imaginado cómo seguir el cuento, piensen de qué forma van a describir y narrar la escena del cuadro en particular.

    a)  Imaginen una causa por la cual los objetos hayan adoptado esa actitud.
    b) Respondan: ¿dónde están?, ¿por qué están allí?, ¿quién los puso?, ¿qué relación tienen con la mujer de la casa?, ¿y con el golpe en la puerta?, ¿por qué ella está sola?, ¿qué pretendían hacer los objetos al moverse?
 c) Escriban el texto utilizando alguno de estos recursos: repeticiones, estados de desconcierto, ruptura de la causalidad, objetos o personas poco definidas, imprecisiones espacio-temporales, etcétera.

Fuente: D’Agostino, Mariana A. y otros; LENGUA II, Prácticas del Lenguaje; Ediciones Santillana, Bs. As., 2007



viernes, 21 de marzo de 2014

LA FIGURA DEL HÉROE

La tragedia de Macbeth
En algunos idiomas, la palabra "héroe" o "heroína" se utiliza simplemente para referirse al protagonista de una obra literaria, sin que existan otras connotaciones de virtud u honor. Un ejemplo de esto último serían Macbeth y su esposa, Lady Macbeth, quienes matan a un rey para acceder al trono y que pueden ser considerados para la literatura inglesa héroe y heroína de la tragedia de Shakespeare por el simple hecho de ser los protagonistas centrales de la acción.


Afiche del film Espartaco, de
     Stanley Kubrick , 1960.
La palabra héroe, sin embargo, suele asociarse con algo más. No es un mero agente de cualquier tipo de acciones. Es alguien distinto y superior. Para los antiguos, el héroe era producto de la unión de una divinidad con un ser humano y, por lo tanto, era menos que un dios, pero más que un hombre. Hércules, Aquiles o Eneas son ejemplos de héroes de la Antigüedad. Más adelante, se utilizó el término para "varones ilustres, famosos por sus hazañas y virtudes" (DRAE). El héroe y sus acciones elevadas se convierten en mito. Protagoniza epopeyas y cuentos de hadas. No lo limitan las fronteras de lo culto o de lo popular, la oralidad o la escritura.

El mito del héroe presenta una estructura básica:

  • Realiza un viaje: el punto de partida suele ser su lugar de origen, al cual regresará después de recorrer otros espacios.
  • En esos espacios, es sometido a una serie de pruebas que producen en él una modificación profunda. El espacio y las pruebas varían según el momento en la que la obra esté siendo concebida.
   
El eternauta, de
Héctor Germán Oesterheld
Cada tiempo construye su propia imagen de héroe
. El viaje, pleno de aventuras, representa metafóricamente las dificultades particulares de cada tiempo y espacio. Lo que distingue al héroe del hombre común es la dimensión de estas dificultades.
Este recorrido implica una exposición física y espiritual a una serie de situaciones que están más allá de su experiencia anterior y que le exigen el desarrollo de nuevas fuerzas y talentos. Su éxito, representado por la superación de las pruebas, lo convierte en héroe, en una persona distinta de la que era.


En el siglo XX, el viaje del héroe ha sido interpretado por varios pensadores como un viaje exterior e interior que simboliza el proceso de crecimiento del individuo.

Joseph Campbell (1904-1987), especialista en mitología y autor de varios libros sobre el tema del héroe, explica que el héroe se constituye como tal a través de dos tipos de hazañas:

  • la hazaña física: aquella en la que está involucrado corporalmente (por ejemplo: un acto de coraje en una batalla o salvar una vida) y
  • la hazaña espiritual, que lo lleva hasta los límites de la condición humana. De ella vuelve con un mensaje, que es válido para otros miembros de la comunidad.
Graffiti de Hancock, en la ciudad de
                    Celaya, estado de Guanajuato, México

Entonces, no sólo quienes dan la vida por otra persona o por un ideal serían héroes, sino también aquellos que en su "viaje" experimentan otro tipo de conflictos y cuya conducta pueda ser de utilidad para los demás.
          Esta concepción de  la heroicidad permitirá incluir en la nómina del siglo XX a héroes "no corporales", que incluso rehúsen ponerle el cuerpo a la aventura. El mensaje del héroe del siglo XX puede ser su cobardía, su inacción, o su alienación.

Otto Rank (1884-1939), psicólogo austriaco, dice que todos los seres humanos son héroes sin saberlo en el acto de nacer.

El nacimiento supone la primera y más dura prueba de transformación física y psicológica. Cualquier ser humano puede ocupar el lugar de héroe a pesar de sí mismo, de héroe sin conciencia de su propia heroicidad.
Esto permite abarcar una diversidad de figuras de héroes:

1. estáticos, absurdos, vencidos;
2. inmersos en viajes mentales (por dentro de sí mismos o en espacios futuros o pasados);
3. sometidos a pruebas ridículas o desmesuradas para sus fuerzas.

El héroe del siglo XX no siempre logra sobreponerse y puede ser derrotado. Otras veces, el éxito es solo aparente, y su viaje no lo habrá llevado a crecer como individuo. 



EL HÉROE EN LA LITERATURA desde la Edad Media a la actualidad


EDAD MEDIA 
(siglo V al XV)
  • POESÍA ÉPICA que tiende a exaltar al héroe y los valores nacionales que representa.
  • Península ibérica, pueblos germánicos, sajones, nórdicos, franceses. 
  • Poema del Mío Cid, Los Nibelungos, el ciclo artúrico, Boewulf,  Canción de Roldán 
  • Novelas de caballería

RENACIMIENTO (siglo XV a XVI)                                      
  • POESÍA LÍRICA que muestra al héroe enamorado.
  • Comienza en Italia  en el siglo XIV y  posteriormente se extiende por el resto de Europa.
  • Época de descubrimientos  y cambios sociales, políticos y culturales.      
  • Novelas picaresca que tiene como protagonistas a personajes de las clases marginales.

BARROCO (siglo XVI al XVII)
  • PARODIA del héroe: Don Quijote de la Mancha
  • POESÍA BARROCA:  héroes soñadores

CLASICISMO  (siglo XVII al XVIII) 
  • El héroe autosuficiente
  • TEATRO FRANCÉS: Don Juan, de Moliere
  • NOVELA INGLESA: Robinson Crusoe, de Daniel Defoe

ROMANTICISMO - REALISMO (siglo XIX)
     
       
  • Héroe rebelde: Martín Fierro, de José Hernández
  • Héroe  identificado con la sociedad: Julián Sorel en Rojo y negro (Stendhal), Emma Bovary en Madame Bovary (Flaubert),  Raskolnikov en Crimen y castigo (Dostoievski).

POSTMODERNIDAD (siglo XX)

  •  Héroe fragmentado en novelas como La metamorfosis, de Franz Kafka y Ulises de James Joyce, en donde se muestran partes discontinuas de su existencia y se evidencian sus contradicciones.
  • Teatro del absurdo, antinovela, literatura de experimentación.



miércoles, 3 de julio de 2013

domingo, 2 de junio de 2013

Estructura narrativa, secuencias narrativas y acciones


Toda narración literaria está constituída por una cadena de acontecimientos que ocurren sucesivamente  y resultan interdependientes, ya que cada uno de ellos es causa y efecto del otro. A su vez, las narraciones se constituyen a partir de la combinación de unidades narrativas mínimas: núcleos o indicios.
Los núcleos son las acciones principales, es decir, aquellas que no pueden suprimirse ni modificarse sin alterar la historia. Además, se relacionan temporalmente uno después del otro, y el primero es causa del siguiente.
Por su parte, los indicios son datos que el lector debe interpretar para descubrir aspectos sobre el lugar donde sucede la historia, la identidad de los personajes (carácter, sentimientos, intenciones, motivaciones), etcétera.
En una narración, las acciones que se cuentan suceden en un tiempo determi­nado, y una a continuación de otra. A veces, la narración respeta ese orden crono­lógico; otras veces, los hechos se cuentan en un orden diferente del que sucedieron.
Pero también las acciones de una narración se encadenan en un orden lógico, es decir que se establecen relaciones de causa y consecuencia entre los hechos que se cuentan. De este modo, una acción es la causa de la siguiente. Por ejemplo, en la leyenda “La flor de ceibo” los españoles atacan el poblado de Anahí, por eso, su gente se defiende y huye.
Las acciones así encadenadas forman secuencias narrativas. Una narración pue­de tener una o más secuencias, que se pueden identificar con un sustantivo, a la manera de un título. Por ejemplo, la secuencia “llegada de los españoles” está com­puesta por las acciones: existencia de rumores sobre la llegada de extraños - llegada de las casas flotantes - aparición de hombres pálidos armados.

Estructura narrativa

 
Actividades:

·        Numeren las siguientes acciones según el orden que tienen en la leyenda.

__ Los españoles atacan el poblado de Anahí.
__ Anahí se transforma en la flor del ceibo.
__ Los españoles vencen a los guaraníes.
__ Los guaraníes huyen.
__ Los guaraníes se defienden.
__ Anahí decide vengar a su padre y proteger a su pueblo.
__ Los guerreros sobrevivientes no logran ponerse de acuerdo sobre los pasos a seguir.
__ Los españoles sentencian a muerte a Anahí.
__ Los guaraníes atacan a los españoles con éxito.
__ Anahí toma el mando de su gente.
__ Anahí descubre que su padre fue asesinado.
__ Anahí venga la muerte de su padre.
__ Los españoles capturan a Anahí.

·        Agrupen las acciones anteriores bajo los siguientes títulos:

ü  Ataque de los conquistadores españoles
ü  Ataque de los guaraníes
ü  Muerte de Anahí


Fuentes: 

sábado, 1 de junio de 2013

Narración, conflicto y narrador

La narración es el relato de una historia en la que algunos personajes realizan acciones. Esta historia es contada por una voz, el narrador, que puede ser un personaje incluido en la historia que cuenta o puede ser externo a los hechos. El personaje más importante, cuya historia se cuenta, se denomina protagonista.
Las narraciones se organizan alrededor de un conflicto. Primero existe un situación inicial de equilibrio, que se rompe porque sucede algo que desestabiliza el orden reinante. En ese momento se plantea el conflicto narrativo. A partir de allí la acción se desarrolla hasta que el conflicto se resuelve. De este modo, se llega al desenlace: se vuelve al equilibrio inicial o se desemboca en un nuevo estado de equilibrio.

En la narración, el conflicto se produce porque el protagonista desea algo que es muy valioso para sí o, por ejemplo, para su pueblo. En el intento por lograr lo que desea, se encuentra con personajes que colaboran con él y son sus ayudantes. Pero el protagonista también se encuentra con oponentes, que tienen sus propios intereses y le ponen obstáculos. Ese choque de intereses genera el conflicto narrativo. El conflicto se resuelve cuando este personaje logra o no lo que deseaba, y se llega al desenlace.

El narrador puede referir los hechos narrados en primera o en tercera persona gramatical. La persona gramatical se reconoce por las terminaciones de los verbos y por el uso de pronombres.

Un criterio para clasificar al narrador es teniendo en cuenta si participa o no de los hechos que cuenta. En el primer caso, está dentro de la historia que narra, ya sea como protagonista o como testigo (puede contar lo que presenció o le contaron) y aparece en primera persona gramatical. Pero el narrador también puede estar fuera de la historia que cuenta y no participar de los hechos. En estos casos, aparece en tercera persona.
Otro criterio para clasificar al narrador es el grado de conocimiento que tiene de los hechos narrados. A veces, el narrador sabe todo, aun lo que sienten y piensan los personajes, y lo cuenta todo: se trata de un narrador omnisciente. En otros casos, el narrador no sabe todo, sino lo mismo que sabe un personaje. En ese caso, el narrador cuenta desde la perspectiva de ese personaje, informa al lector sobre sus sentimientos, pensamientos, y así se logra que el lector “vea” los acontecimientos desde un punto de vista de ese personaje.
En otros casos, el narrador sabe menos que los personajes: cuenta solamente lo que sucede, pero no hace comentarios, no explica ningún hecho porque no conoce las motivaciones de los personajes ni lo que piensan o sienten.

Ejemplos:

Narrador en primera persona:

§  Soy Marcia, vivo en una vieja casona y tengo ocho años.

§  Marcia es mi amiga: ella vive en una vieja casona y tiene ocho años. Yo la veo todos los días.

En el primer ejemplo el narrador en primera persona es protagonista de los hechos, en el segundo es testigo que cuenta lo que sabe o ve.

Narrador en tercera persona:

§  Había una vez una niña pequeña que vivía en una vieja casona abandonada.

Cuando está en tercera persona, el narrador es externo a los hechos que cuenta.



miércoles, 27 de marzo de 2013

EL REALISMO EN LA LITERATURA


CON UN PIE EN LA TIERRA Y OTRO EN EL TEXTO: EL REALISMO EN LA LITERATURA   (de Tomo la palabra - Lengua y Literatura II, Ediciones Colihue)


En el gráfico anterior vemos que el eje central envía a dos extremos opuestos; grado por grado, diversos indicios de un texto nos conducen a los mundos "imposibles" de la literatura maravillosa (extremo izquierdo) o a los mundos "posibles” (extremo derecho). Los textos del polo derecho de la línea y sus intermedios participan de un grupo que llamaremos realista.
En el período 1850-1880 se consolidó una tendencia literaria que buscaba la representación objetiva de la realidad social contemporánea a su escritura. Si bien este interés estuvo presente en todas las épocas, el período señalado corresponde al denominado Realismo histórico, durante el cual se afirmaron unos recursos narrativos específicos para esos fines:

  • UBICACIÓN DE LA HISTORIA EN UN TIEMPO / ESPACIO CONTEMPORÁNEOS AL MUNDO DEL AUTOR.

Surge la sensación de "tiempo histórico"; el protagonista se enfrenta a obstáculos característicos de la sociedad de su época y al vencerlos accede a un lugar en sus esquemas. La sociedad burguesa tiene sus conflictos típicos, desplegados en la trama narrativa; los desenlaces incluyen el logro de objetivos como el ascenso o reconocimiento social, el enriquecimiento y el progreso, un matrimonio próspero.
Nombres geográficos reales coexisten con la geografía ficticia; así, podría elaborarse un mapa de los desplazamientos de los personajes "calcado" de los mapas reales.

George Cruikshank. The Bloomsbury Christening, Sketches by Boz by Charles Dickens

  • ELIMINACIÓN DE ELEMENTOS AMBIGUOS O SOBRENATURALES.

Todo lo que ocurre debe encontrar un correlato en el mundo real; no hay lugar para lo fabuloso, lo fantástico o lo “imposible" en un mundo ficcional que funciona con las mismas leyes que el nuestro.

Marcus Stone.  Our mutual friend, 1864-65

  • DESCRIPCIÓN DETALLISTA E INDICIAL. APARICIÓN DEL “DETALLE INÚTIL”.

Los detalles del espacio revelan características de los personajes que los habitan. La abundancia de objetos en las descripciones, que llenan el texto de aparentes "detalles inútiles", acentúa la impresión de realidad porque ofrece una imagen "completa" del mundo.

Phiz Pickwick Mus. Bardell faints in Mr. Pickwick´s arms. 1836 

  • INCLUSIÓN DE DISCURSOS SOCIALES QUE DAN RESPALDO A LAS ACCIONES DE LOS PERSONAJES.

Personajes de abogados, médicos, periodistas y otras profesiones permiten explicar, desde los conocimientos que les son propios, algunos procesos y actitudes representados en el mundo novelístico. Se espera que el autor no intervenga directamente en el relato con opiniones propias, ya que se trata de disimular su carácter de creación literaria.

Historia de dos ciudades. The likeness 1859

  • PROFUNDIZACIÓN DE LA PSICOLOGÍA  Y LA INFORMACIÓN BIOGRÁFICA DE LOS PERSONAJES.
Los personajes llegan a la ilusión máxima de persona con vida propia: se conocen datos de sus orígenes, su pasado; su psicología se revela a través de un narrador omnisciente que transmite sus pensamientos. El relato se hace así previsible en lo que respecta a la motivación de los personajes para actuar. Por otra parte, el lector se lleva la impresión de estar ante seres claramente individualizables, y a típicos (puede encontrarse su equivalente en la sociedad).

Cruikshank. "Fagin in the condemned Cell". En Oliver Twist, 1837-39

  • USO DE VARIEDADES DE LENGUA PARA REFORZAR LAS CARACTERÍSTICAS EPOCALES, SOCIALES, DE PROCEDENCIA O FORMACIÓN DE LOS PERSONAJES.
El texto realista ofrece, especialmente a través de sus diálogos, dia­lectos, registros técnicos, modismos, "latiguillos" y otras particulari­dades que hacen de cada personaje un representante de las clases so­ciales, los roles familiares, la profesión, etc.

George Cruikshank. Please, Sir, I want some more; en Oliver Twist

  • LOS TEXTOS REALISTAS PERMITEN EXTRAER UNA TESIS DEL AUTOR ACERCA DEL FUNCIONAMIENTO DE LA SOCIEDAD


El conflicto del protagonista con su medio revela los males de la so­ciedad y señala las virtudes que favorecerían una reforma o un mejo­ramiento. Se suelen denunciar el materialismo, la crueldad de las rela­ciones humanas, la ambición de poder y, principalmente, en el contexto del siglo XIX, las consecuencias negativas de la industrializa­ción y la modernización.

Luke Fildes, Houseless and Hungry, The Graphic,  12th April, 1869




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