La narración es el relato de
una historia en la que algunos personajes realizan acciones. Esta
historia es contada por una voz, el narrador, que puede ser un personaje
incluido en la historia que cuenta o puede ser externo a los hechos. El personaje
más importante, cuya historia se cuenta, se denomina protagonista.
Las narraciones se organizan
alrededor de un conflicto. Primero existe un situación inicial de equilibrio,
que se
rompe
porque sucede algo que desestabiliza el orden reinante. En ese momento se plantea
el conflicto
narrativo.
A partir de allí la acción se desarrolla hasta que el conflicto se
resuelve.
De este modo, se llega al desenlace: se vuelve al equilibrio
inicial o se desemboca en un nuevo estado de equilibrio.
En la narración, el conflicto
se produce porque el protagonista desea algo que es muy valioso para
sí o, por ejemplo, para su pueblo. En el intento por lograr lo que desea, se
encuentra con personajes que colaboran con él y son sus ayudantes. Pero el
protagonista también se encuentra con oponentes, que tienen sus propios
intereses y le ponen obstáculos. Ese choque de intereses genera el conflicto
narrativo. El conflicto se resuelve cuando este personaje logra o no lo
que deseaba, y se llega al desenlace.
El narrador puede referir
los hechos narrados en primera o en tercera persona
gramatical. La persona gramatical se reconoce por las terminaciones de los verbos
y por el uso de pronombres.
Un criterio para clasificar al
narrador es teniendo en cuenta si participa o no de los hechos que cuenta.
En el primer caso, está dentro de la historia que narra, ya sea como protagonista
o como testigo (puede contar lo que presenció o le contaron) y aparece
en primera
persona gramatical. Pero el narrador también puede estar fuera
de la historia que cuenta y no participar de los hechos. En estos casos,
aparece en tercera persona.
Otro criterio para clasificar al
narrador es el grado de conocimiento que tiene de los hechos narrados. A
veces, el narrador sabe todo, aun lo que sienten y piensan los personajes, y lo
cuenta todo: se trata de un narrador omnisciente. En otros
casos, el narrador no sabe todo, sino lo mismo que sabe un personaje. En
ese caso, el narrador cuenta desde la perspectiva de ese personaje, informa al
lector sobre sus sentimientos, pensamientos, y así se logra que el lector “vea”
los acontecimientos desde un punto de vista de ese personaje.
En otros casos, el narrador sabe
menos que los personajes: cuenta solamente lo que sucede, pero no hace
comentarios, no explica ningún hecho porque no conoce las motivaciones de los
personajes ni lo que piensan o sienten.
Ejemplos:
Narrador en primera persona:
§
Soy Marcia,
vivo en una vieja casona y tengo ocho años.
§
Marcia es
mi amiga: ella vive en una vieja casona y tiene ocho años. Yo la veo todos los
días.
En el primer ejemplo el narrador en
primera persona es protagonista de
los hechos, en el segundo es testigo
que cuenta lo que sabe o ve.
Narrador
en tercera persona:
§
Había una
vez una niña pequeña que vivía en una vieja casona abandonada.
Cuando está en tercera persona, el
narrador es externo a los hechos que cuenta.